jueves, 27 de junio de 2013

Capítulo 3 : La terrible noticia.

Tardo unos segundos en llegar hasta la puerta. Desde que era pequeña me han dicho que si me encontraba sola en casa y llamaban al timbre, no abriese.
 No tengo familia a parte de mis padres, ambos son hijos únicos, así que no tengo tíos, y en el caso de los abuelos... los paternos murieron antes de que yo naciese, no sé como, pero fue una gran tragedia, según tengo entendido, y de parte de mi madre... bueno, la verdad es que aun no acabo de entenderlo del todo.

El timbre vuelve a sonar, y yo pienso que quizás mi padre se olvidó de coger las llaves antes de irse la noche anterior, así que quito el pestillo, y abro.
Pero no, no es mi padre. Delante mía hay una mujer de aproximadamente unos cincuenta años, quizá menos. Está parada delante de la puerta y sonríe, es delgada, más o menos de mi estatura, lo que quiere decir que medirá un metro sesenta y algo. Lleva puesto una blusa azul junto con un pantalón blanco, ambos parecen caros. No dice nada, se limita a observarme. Hay algo en ella que me resulta familiar, como si la hubiese visto antes, pero no consigo recordar el tiempo ni el lugar. Y sus ojos...
Antes de que pueda reaccionar, da un paso al frente y me abraza.

- Yo... sé que dije que te llamaría esta tarde, pero hace unas horas tu madre se puso en contacto conmigo y me explicó que el asunto era muy importante, que debía coger un vuelo lo más rápido posible- dice mientras se aparta - Sé que todo esto te debe de parecer muy confuso, apenas sabías de mi existencia hace unos minutos. Pero todo a pasado demasiado deprisa, yo sabía que pasaría de un momento a otro, llevo esperando esto años, estaba preparada, pero...-

- Abuela!? Para! No entiendo nada y me estás confundiendo, no sé que haces aquí, qué es lo que esperabas? Porqué no apareciste antes? Y... porqué te llamó mi madre?-  Pregunto mientras me apoyo en el marco de la puerta, intentando no marearme.

- Vale, lo siento. Pero Alicia, debes entender algo. No hay tiempo, mi hija llegará pronto y antes debo explicarte algunas cosas. Entra.-

Me dirijo hacia el salón y me siento en el amplio sofá azul marino, poco después mi abuela se sienta a mi lado y me mira con unos ojos llenos de explicaciones. Quiero hacerle muchas preguntas, pero cuando abro la boca para hablar, ella me hace un gesto para callarme.

- Alicia, antes de nada necesito que me respondas una cosa, que ha pasado en esta casa estos últimos días?- y lo pregunta con una expresión tan seria, que casi hace que me asuste.

Hago un resumen rápido y le explico lo mejor que puedo las discusiones de mis padres, la huida de mi padre, la charla con mi madre...
Al acabar, pienso en lo raro de la situación. Le estoy contando mis problemas a una extraña. Sé que es mi abuela, pero... nunca ha formado parte de mi vida.

- Cielo, todo eso ya lo sé, lo que quiero saber es como llevas tú todo esto, estás bien?-

- Sí, bueno... no me agrada la idea de que mi familia se rompa, pero no puedo hacer nada. Y supongo que prefiero que mis padres se separen a tener que escucharles discutir todas las noches. Pero no entiendo porqué lo que piense yo es importante, porqué estás aquí?-

- Está aquí porque yo se lo he pedido expresamente esta mañana -

Mi madre ha llegado, la miro y veo que sigue teniendo mal aspecto, ahora le han aparecido grandes ojeras negras, y ni siquiera el maquillaje puede ocultarlas. Deja el bolso y las llaves encima de la pequeña mesa de la sala y se dirige a la abuela con cara seria.

- Me impresiona que hayas llegado tan rápido, madre. Pero el asunto corre prisa, cuanto antes regreséis a París mejor. -

Al escuchar esas palabras lo comprendo todo. Sabía que algo se me escapaba, que había algo grave de lo que no era consciente.
Mi abuela no está aquí para conocerme, si no que ha vuelto para llevarme con ella.




lunes, 29 de abril de 2013

Capítulo 2 : Mensajes Inesperados

Es miércoles, vuelvo a mirar el despertador, la una de la tarde. Mi madre vino a despertarme varias veces para ir al instituto antes de marcharse a trabajar, pero al final se dio por vencida.
No sé si será el sueño, pero casi no puedo abrir los ojos, me pesan demasiado los párpados, quizás sea porque me he despertado con las mejillas mojadas, aunque no recuerdo haber llorado.
Un ruido me sobresalta, otra vez el teléfono, ha estado sonando durante toda la mañana, pero no me siento con ánimos para responder, cuando para, lo cojo, la pantalla se ilumina y me informa de que tengo nueve llamadas perdidas y cinco mensajes.
El primero es de mi madre, al igual que todas las llamadas.

 -" Supongo que no as ido a clase. Esta vez te lo dejo pasar, pero que no se vuelva a repetir Alicia."-

Nunca me ha gustado mi nombre, a mis padres les pareció gracioso que su hija se llamara igual que la protagonista de el País de las Maravillas, pero yo lo detesto, no por el personaje, simplemente no me agrada el propio nombre.
El segundo, el tercero y el cuarto mensaje son de Sara, mi mejor y única amiga.

-" Ali! ya puedes tener una buena escusa para haberme dejado sola en este sitio infernal!"-

-" Ya ha pasado una hora, y no me has contestado. Ali, estás bien?"-

-" Vale! como no me respondas en media hora te juro que llamo a tu madre!"-

Me siento un poco mal por haberla dejado sola, ambas odiamos nuestro instituto y a la gente que hay en él, así que solo nos tenemos la una a la otra. Antes estaba yo sola, llevo en el mismo colegio desde los tres años y recuerdo que antes tenía amigas, éramos un grupo de cinco, pero cuando fue pasando el tiempo decidieron que sobraba una y resulta que esa una fui yo, a partir de ahí pasé a ser el bicho raro, la verdad, hubiese preferido ser invisible. Cuando eres invisible, nadie se da cuenta de tu presencia, no tienes que aguantar insultos, ni zancadillas, ni empujones... pero en mi caso resulta un poco difícil pasar desapercibida, soy pelirroja, y mi pelo, junto con mis pecas y mis ojos, capta bastante la atención. Hasta que hace dos años llegó Sara, y como tampoco la aceptaron, nos hicimos amigas.

Cuando leo de quién es el siguiente mensaje me quedo desconcertada. En toda mi vida, solo he visto a mi abuela tres veces, por lo que sé, se mudó a París hace como seis años o así.

-" Alicia, sé que hace mucho tiempo que no hablamos, y lo siento cariño, si por mi fuera me hubiese puesto en contacto contigo hace muchos años, pero por ciertos motivos, que algún día conocerás, no he podido dirigirme a ti hasta hoy. Dado que la última vez que te vi fue hace demasiado, creo que es un buen momento para empezar a conocernos. Solo espero que no me guardes rencor. Te llamaré esta tarde sobre las siete. Con cariño, tu abuela." -

Justo cuando acabo de terminar el texto llaman al timbre, al principio no reacciono, pero al darme cuenta de que estoy sola, aparto las sabanas y me dirijo hacia la puerta.





sábado, 27 de abril de 2013

Capítulo 1: Alicia.

 Me llamo Alicia, tengo 15 años y mi vida está a punto de cambiar.


Mis padres van a divorciarse, me lo ha dicho mi madre esta mañana. La verdad es que me lo esperaba, desde hace unos meses mi padre pasa demasiado tiempo fuera de casa, hay días en los que ni siquiera viene a dormir, y cuando sí está me despierto por las noches oyéndoles discutir.

Antes éramos una familia normal, con diferencias, pero estábamos unidos. 
Hace unos años mis tíos se separaron, y mi primo lo pasó bastante mal, recuerdo haber pensado que yo jamás estaría así, porque cuando miraba a mis padres veía que se querían tanto que nunca se alejarían el uno del otro, de aquellas no sabía lo equivocada que estaba.

Esta noche la pelea parecía peor que de costumbre, sobre las tres de la mañana escuché como se cerraba la puerta de la entrada de un portazo, en ocasiones, si no aguanta más, mi padre abre la puerta y se va, pero a la mañana siguiente, cuando bajo a desayunar lo veo sentado en la mesa de la cocina leyendo el periódico con una taza humeante de café y su ahora no tan habitual sonrisa.
Delante mía disimulan e intentan hacer como si todo fuese bien, pero desde hace unas semanas, la tensión se ha vuelto tan grande que evitan permanecer los dos juntos en la misma habitación.

Esta mañana, cuando me he levantado, mi padre no había regresado a casa y mi madre parecía afectada, siempre que la veo así se me hace un nudo en el estómago porque normalmente aparenta ser muy fuerte, nunca permite que los demás vean como se siente.
Al llegar del instituto me pidió que me sentara y me lo explicó todo, que han decidido separar sus vidas, que ha sido de mutuo acuerdo, que no debo preocuparme por nada, que no es culpa mía, que ambos me quieren... ya, supongo que es lo que se suele decir en estos casos. Al terminar, me ha preguntado que si estaba bien, que me veía muy pálida, todavía no tengo la respuesta, ni siquiera ahora, once horas más tarde, así que me levanté y salí corriendo de casa, no estaba intentando huir, para qué? no tengo a donde ir, simplemente necesitaba aclararme. Me pasé toda la tarde andando, no pretendía ir a ningún sitio, solo caminar. Cuando el cielo empezó a oscurecer volví a casa. No había nadie, y no me importó, fui hacia mi habitación y me metí en la cama.